lunes, 4 de octubre de 2010

¿Yo? en diablo rojo

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Sentado en la parada empiezas a notar un rugido ensordecedor acompañado de un melódico pitido y una voz que, a gritos, dice: “San Miguelito, Tumba Muerto, El Dorado, Albrook Terminal DIRECTO, Terminal DIRECTO, DIREEEECTO”. Levantas la vista y te encuentras con un reflejo de luces y colores. Ahí llega. Es un diablo rojo, decorado con sus figuras y sus frases del tipo: “yo soy el guardián de tus deseos”, “dios me conduce” o “despierta, soy tu peor pesadilla”. Realmente auténticos...


El transporte público de Panamá es, sin duda, una de las cosas que más me llamaron la atención nada más poner el pie en el país y por los que siento una especial debilidad. Se trata de autobuses escolares cedidos por los gringos “por no ser lo suficientemente seguros”. Los datos técnicos que he podido sonsacar de alguna conversación con el conductor son:
·         Motor: Internacional 9 litros atmosférico (calculo que aprox. 200-250 CV)
·         Consumo: 7 galones en aprox. 40 km (esto es unos 17 litros a los 100)
·         Los más nuevos son automáticos y los menos, manuales con 5 velocidades
Con un carraspeo de en la palanca de cambios empieza el viaje. El interior se organiza con un pasillo central de unos 50 cm de anchura con asientos a ambos lados, los de la derecha son de “dos plazas” y los de la izquierda de “tres”. El campo de visión del conductor se reduce a unos 20-30 cm de altura, ya que en la luna delantera llevan una pegatina con la ruta del bus y abajo suelen llevar alguna frasecita sin desperdicio. Junto con el conductor, a veces, va otro hombre que se encarga de gritar la ruta, como una especie de RRPP del bus, que también informar al conductor de los huecos libres en el tráfico para poder colarse más ágilmente entre la multitud automovilística. Éste individuo suele ser un pelao, que viaja en la puerta delantera (que siempre va abierta) sujetándose al retrovisor y con medio cuerpo por fuera de la cabina. El sueldo de los conductores/ayudantes es toda la recaudación repartida a partir de 100$, ya que tienen que pagar al propietario del bus esa cantidad en concepto de “alquiler diario” de la máquina. El horario normal de trabajo es en torno a 12 h. Cuanto más trabajen, más ganan. He oído historias según las cuales el conductor le echaba azúcar "de la otra" al café para trabajar más tiempo. Cuando estaba “en estado puro” era el rey de la carretera mientras los pasajeros rezaban en los asientos traseros.
Si el tiempo es despejado, se viaja con las ventanillas abiertas en todo el bus. Si llueve, las ventanillas se cierran y se crea un ambiente que se puede cortar con la mano, el aire se vuelve denso y cuando respiras te da la sensación de que el aire se condensa en tu nariz. Por no hablar de la mezcla de olores...(a lo que tengo que decir que los panameños son de lo más pulcro y tienen la imagen de que los europeos somos sucios porque nos duchamos una vez al día).
Dentro de los buses no suele haber aire acondicionado. Algunos tienen un equipo de sonido y cuando subes el reggaetón retuerce tu cerebro con una potencia de bajos increíble para orgullo de sus dj’s, les gusta que casi se oiga más el bombo que la voz, pa’que se note que es reggaetón. De noche, el viaje es a oscuras y sólo encienden la luz en las paradas. Los panameños tienen un miedo escénico a viajar de noche en el bus ya que afirman que es inseguro, que te roban…pero de noche siempre van llenos a reventar.
Cuando ha llegado tu destino tienes que gritar “PARADA”, entonces, si el autobús no está muy lleno, sales, pagas los 25 centavos al conductor (siempre conviene llevarlos justos) y miras a la derecha no sea que venga un loco y te arrolle. Si el autobús está muy lleno salir de él es una auténtica odisea. sorteando a la gente que está de pié y cuidando de no darle a nadie con la mochila. Tienes que andarte avispado unos cuantos metros antes de tu parada para ir preparándo la estratégia.
Después de esto, es fácil imaginar que el transporte público de Panamá no es un ejemplo de precisión, el método para llegar de un punto a otro con bus es tomar unas holguras de tiempo proporcionales a la distancia a recorrer. Por ejemplo, para llegar hasta Tocumen, que es dónde yo trabajo, el viaje es de unos 40 min. en bus, pero hay que tomar un margen de 20 minutos o más por posibles problemas de tranque, que el bus no pase esa mañana etc. De esta forma llegas a tiempo, para llegar puntual tienes que tener un día de suerte.
Para principios del próximo año el gobierno panameño ha previsto un sistema de transporte más moderno llamado METROBUS, con el que se pretende reemplazar estas joyas rodantes.  Los panameños tienen ahora el corazón dividido y son reacios a que su emblemático transporte público desaparezcan de las calles de la ciudad. Sería una auténtica pena. Tiempo al tiempo.
J. Abengoza