Los encantos de Panamà

Viajando en Diablorojo a gritos de Calle 12, el tranque marca la distancia a la que se encuentra el Casco Viejo de Ciudad de Panamà, un lugar de adoquinadas callecitas estrechas, con edificios bajos y mùsica sonando desde cada balcòn; con flores de colores y las puertas abiertas de par en par.

Letrero de ruta del Bus

Un poquito de historia: La ciudad vieja de Panamà fue fundada el 15 de agosto de 1519 (curiosamente 395 años antes de la inauguración del canal). Originalmente era un poblado de pescadores indìgenas llamado Mar del Sur. El nombre de Panamà fue dado a la ciudad por Pedrarìas Dàvila, el entonces gobernador, seis años despuès que Nùñez de Balboa llegara al lugar encabezando los colonos españoles. El lugar resultaba bastante suculento para los intereses de la corona al otro lado del ocèano por su ubicaciòn estratègica, y el entonces rey de España, Carlos V, se adjudicò la propiedad mediante decreto real. La poblaciòn de la ciudad creciò rápidamente, en parte, debido al trànsito marìtimo proveniente del Pacìfico sur cargados de metales y piedras preciosas con destino Europa. La ciudad sufriò a diversos incendios y saqueos hasta que fue destruida en 1671 por una banda de piratas ingleses bajo el mando de Henry Morgan. De esto se desprende una curiosa historia de una de las iglesias del barrio, la de San Francisco: pues resulta que tenìa un bonito altar barroco de madera de caoba recubierto por pan de oro que los monjes cubrieron de alquitràn a la llegada de los piratas a la ciudad, èstos, cuando vieron la gran masa negra pasaron de largo y no tocaron a nada de la iglesia. Este altar aùn se conserva. Actualmente, el barrio conserva su arquitectura colonial algo deteriorada por el paso del tiempo.

Pero bueno, dejando los acontecimientos a un lado, el Casco es un lugar polifacètico y repleto de contrastes que se aprecian desde el momento que uno pone el pie allì.

Calle Salsipuedes

Por la mañana el Sol tropical comienza a recalentar las calles y el barrio perezoso teme el golpe que espera al abrir la ventana pero, cuando despierta, la plena comienza a sonar desde dentro de las casas. Entonces los lugareños mueven el barrio a ritmo de cadera y la alegrìa de la gente que va a hacer los mandaos combate el calor con jugo de piña. La parte interior del Casco es una zona comercial que se pierde en la Av. Central. Al mismo tiempo, la cara màs sibarita del barrio se prepara para la tarde donde los turistas invadiràn las calles. La zona màs pròxima a la costa està plagada de restaurantes de lujo y clubes selectos. Generalmente, el turismo que llega a Ciudad de Panamà suelen ser grupos organizados y/o gente de negocios internacionales y la cara màs comercial del Casco se disfraza bajo una màscara agradable con el turista que deja de lado la verdadera imagen del lugar.

La Plaza Francia es el lugar "del Parche" 
para los viajeros de la Panamericana

A las 12 el estòmago pide una alto en el camino y los pequeños barcitos del barrio se llenan de gente esperando su almuerzo. La más famosa es la tasca "Coca-Cola" por ser la màs antigua de la zona, en la Plaza Santa Ana. La calidad de la comida es bastante buena por menos de 5 balboas. No obstante se pueden encontrar cosas màs baratas. Tras la hora del almuerzo el barrio se paraliza hasta que empieza a caer el sol, entonces, los pelaos salen a la calle con un balòn parchiao y los restaurantes sacan brillo a las ùltimas copas mientras esperan la hora de la cena. En cuestiòn de minutos, el barrio se llena de càmaras al cuello, camisas sueltas, aires perfumados, parches de aretes, morenos oportunistas, miradas recelosas, cervezas micheladas… Generalmente los turistas vienen advertidos de la “peligrosidad” del barrio y no suelen mezclarse con los lugareños. La realidad es que buscar la cara “B” es infinitamente más interesante.

Restaurante Manolo Caracol

Calle 13

El fenómeno social que se da en el Casco es un desplazamiento de la gente del lugar, ya que el terreno està muy codiciado por su privilegiada situaciòn. Las inmobiliarias están haciendo el agosto con la rehabilitaciòn de edificios viejos para su venta o alquiler y los precios se convierten en algo desorbitado. Por suerte, aùn se pueden encontrar lugares que se resisten a perder la esencia como el centro social “1/4+grande”, que es un espacio representativo del caràcter y el talento independiente de la ciudad. 


Hasta hace unos diez años el Casco Viejo formaba parte del gueto que se fuè desplazando debido a la presiòn policial creada por los intereses. Actualmente, el gueto està delimitado por la Calle 13, donde comienza el popular barrio de “El Chorrillo” (el nombre viene dado debido a un chorro de agua que nacìa de las faldas del Cerro Ancòn, emblemàtico de la ciudad) y se considera uno de los lugares màs conflictivos de la ciudad, debido a los problemas sociales derivados de los enfrentamientos entre las pandillas del barrio. El cantante Rubèn Blades proviene del aquì y en sus letras quedan bien reflejados sus orìgenes. Otro personaje criado en estos lugares es el ex-boxeador Roberto Duràn “Mano de Piedra”. La pasiòn que marca el compàs es sin duda el fùtbol, cuando te acercas por allì siempre encuentras una cancha de cemento carcomido llena de chiquillos descalzos que corren tras un balòn. El barrio cuenta con dos equipos de fùtbol en la primera divisiòn panameña: “Club Deportivo Amador” y “El Chorrillo Fútbol Club”. Del Chorrillo se dice que es el lugar donde se come el mejor pescado frito con patacones de todo el paìs y probablemente de Centroamèrica.

1/4 + Grande

Y despuès de todo un dìa de trajìn por este rinconcito de la ciudad cae la noche y la brisa del Pacífico calma la fatiga. Sus callecitas se quedan desiertas con miradas cansadas desde el empedrado del suelo. Una televisiòn comunal en la plaza Santa Ana distrae a los vecinos entre risas y bostezos mientras los taxis esperan a duermevela los ùltimos visitantes circunstanciales que regatearàn el precio para Vía España con Vía Argentina. Los ojos se vuelven a dar las buenas noches desde la Costera, mañana serà otro dìa. 

J. Abengoza