El disco que me ocupa en estos días tiene miga. Y digo tiene miga
porque, aparte de ser un disco de esos que no pasan indiferentes cuando uno los
escucha, no está exento de ese misticismo que envuelve la obra, vida y milagros
de los Bitels. Estoy hablando de
fines del año 1965, la banda estaba experimentando una madurez musical que ya
se presumía con los acercamientos al sonido folk de su anterior trabajo (Help!
Parlophone, 1965). Se comenta que este cambio se produjo después de que la
banda y Bob Dylan se conocieran, y el influjo que éste tuvo sobre los ingleses.
En esta ocasión, los cuatro de Liverpool inician un recorrido por la
experimentación de nuevas formas musicales, así como una mayor profundidad en sus letras. Rubber Soul (Parlophone) es su sexto álbum, y hay que tomarselo a sorbitos, como si una taza de
té calentico se tratase.
Una de las piezas del detonador la
encontramos en su segundo corte: Norwegian
Woods (This bird has flown). Lo que hace característico a este tema no es la acogedora escena pintada (que también), sino el sitar que George
Harrison hace sonar sobre el ritmo crudo de una guitarra folk. Esta introducción de sonidos
orientales resulto posteriormente muy influyente para el rock psicodélico.
Otra muestra de las novedades instrumentales la podemos encontrar en In my Life, donde se escucha un solo de piano al estilo barroco, acelerado en estudio para lograr imitar el sonido de
un clavecín. La letra de esta canción aborda el tema de la nostalgia de tiempos pasados, con
una esencia musical que acompaña a la perfección. También hay detalles como las
partes cantadas en francés en Michelle, o el mensaje de Nowhere Man. No faltan en este disco temas rápidos y guitarreros como Drive my car o What goes on.
1- Drive My Car
2- Norwegian Wood (This Bird Has Flown)
2- Norwegian Wood (This Bird Has Flown)
3- You Won't See Me
4- Nowhere Man
5- Think for Yourself
6- The Word
7- Michelle
8- What Goes On
9- Girl
10- I'm Looking Through You
11- In My Life
12- Wait
13- If I Needed Someone
14- Run For Your Life
Además de todo lo referente a lo musical, el diseño de la portada también tiene su intríngulis. Resulta que el día de elegir la portada, los muchachos fueron a casa de Rober Freeman, el fotógrafo que realizó la sesión para el álbum, y encontraron una imagen que Freeman había desechado porque en un error de revelado había quedado estirada...y esa es la imagen que luce en la portada de Rubber Soul. Mu rico y nutritivo, pues, éste Alma de caucho.
J. abengoza
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